Para ser sincera, me gusta menos que la de almendras, aunque no quería dejar de probarla para tener una opinión propia y, como ahora es la época de recolección y consumo de este fruto seco, no dudé en realizarla.
Las avellanas, peculiares por su sabor un poco amargo, dotan a esta leche de cuerpo y consistencia. Además, son muy recomendables para las mujeres embazadas por su contenido en ácido fólico!!
Como todas las leches vegetales, su elaboración es fácil y, en este caso, se trabajará en crudo para mantener sus nutrientes, al igual que la leche de almendras. Si queréis más información a nivel nutricional haced un clic aquí.
*Nosotros hemos utilizado estas leches vegetales para la preparación de platos con bechamel. La de almendras se lleva la palma¡ Riquísima!
INGREDIENTES:
1 Taza de avellanas crudas
1 Litro y medio de agua
Stevia, miel,azúcar de coco o sirope de ágave (al gusto)
Se dejan las avellanas en remojo unas 9-10 horas como mínimo (el agua debe cubrirlas completamente). Se lavan, se añade el agua y se tritura con una batidora. Se deja macerar durante 2 horas, se pasa por el colador dos o tres veces para eliminar impurezas y se vierte en una botella o jarra de cristal.
Recordad: Esta leche puede conservarse durante 48 horas en la nevera.
**Se puede endulzar antes de guardarla en el frigorífico o en el mismo momento que se vaya a consumir.Y el agua del remojo no la consumimos!!
Un apunte: los restos de las avellanas pueden freirse y utilizarse como ingredientes en ensaladas, salsas y bizcochos!!
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